El gran peligro de los cascos y auriculares
Es evidente que se ha puesto de moda: cada vez más usuarios de la vía pública utilizan auriculares para escuchar música o hablar por teléfono. Sin embargo, muchos de ellos no son conscientes de que así están poniéndose en peligro y poniendo en peligro a los demás. «Todo aquel que lleve auriculares o cascos en la vía pública corre el riesgo de no oír importantes señales acústicas de advertencia y, además, de distraerse del tráfico», advierte Stefanie Ritter, investigadora en materia de accidentes de DEKRA. Como consecuencia, el riesgo de accidente aumenta significativamente.
Prueba de que cada vez llevamos algo en los oídos con mayor frecuencia es, por ejemplo, una encuesta realizada por el Consejo alemán de seguridad vial. Según la misma, en 2015 al menos un 22 % de los peatones y un 19 % de los ciclistas utilizaron auriculares alguna que otra vez al ir por la calle. En el caso de los menores de 34 años, esta cifra llegaba prácticamente al 50 %.
Esto es un peligro para peatones, ciclistas y conductores de vehículos si no se percatan de las señales acústicas de advertencia del resto de usuarios de la vía pública que no estén dentro de su campo visual. «Si queremos movernos de forma segura, no solo necesitamos las señales e informaciones visuales, sino también las acústicas», explica la investigadora en materia de accidentes.
El motivo es el siguiente: con los auriculares puestos, el ruido de las señales más importantes —ya sea la bocina de un coche, la campanilla de un tranvía, el timbre de una bicicleta o el grito de alarma de un peatón— se amortigua, hasta llegar a perderse, en función del volumen. «Los cascos y auriculares conllevan un peligro adicional que podemos evitar. Por esta razón, deberíamos renunciar por completo a ellos al circular o ir por la calle y ponérnoslos solo cuando vamos en autobús, tren o tranvía». En Alemania, la ley en general no prohíbe el uso de cascos o auriculares al circular por carretera. Sin embargo, de conformidad con el artículo 23 (1) del Código de Circulación alemán el usuario es responsable de que su audición no se vea limitada por ello. Dicho de otro modo: si los cascos o auriculares limitan la audición, no está permitido llevarlos. Si limitan o no la audición deberá determinarse en cada caso individual.
El hecho es que todo aquel que no oiga la sirena de la policía o los bomberos deberá hacer frente a una multa de 10 €. Aunque esto puede costar mucho más caro en caso de verse involucrado en un accidente, ya que la otra parte implicada puede intentar imputarle la responsabilidad del accidente al usuario de los auriculares. También es posible que el propio seguro de responsabilidad civil reduzca sus prestaciones debido a una negligencia grave. En Austria y Suiza rigen normativas similares a la alemana. En Francia, por el contrario, los conductores de vehículos, motocicletas y bicicletas se arriesgan a que les pongan una multa de 135 € si les pillan con cascos o cualquier auricular que se pueda insertar en el oído. En España, los conductores también tienen prohibido su uso, mientras que en Portugal pueden conducir con un solo auricular. Lo mismo sucede en Italia, donde, sin embargo, los conductores de vehículos o motocicletas pueden enfrentarse a sanciones de 160 € como mínimo si les sorprenden con los auriculares puestos.