De acuerdo con el objetivo del presente informe, analizamos aquí más detalladamente algunos aspectos que se deben tener especialmente en cuenta desde la perspectiva de la seguridad vial en la elección del vehículo, especialmente para los jóvenes conductores noveles. Por ejemplo, una buena visibilidad omnidireccional —ampliada dado el caso con sensores de aparcamiento o una cámara de visión trasera— puede reducir notablemente el riesgo de colisión al aparcar y salir de un estacionamiento. Un radio de giro reducido con una longitud del vehículo limitada reduce el estrés a la hora de buscar aparcamiento y al estacionar.
Sobre todo unos neumáticos en buen estado contribuyen notablemente a evitar accidentes o, al menos, a suavizar sus consecuencias. Las pruebas independientes de vehículos muestran una y otra vez que existen notables diferencias en estos aspectos incluso en los vehículos nuevos. Pero también el estado de mantenimiento de los frenos en los vehículos de ocasión desempeña un papel importante. Ambos aspectos deben tenerse en cuenta a la hora de comprar un vehículo. Aunque no sirven de nada los mejores frenos si se ahorra en los neumáticos. Unos neumáticos demasiado viejos o desgastados, de baja calidad, una combinación de llantas y neumáticos inadecuada al vehículo o neumáticos mixtos pueden influir negativamente en la dinámica de marcha y el comportamiento de frenado y provocar accidentes. Lo mismo puede decirse de chasis rebajados no adecuados al vehículo o mal ajustados, o demás modificaciones del tren de rodaje.
Si se insiste en tener un vehículo personalizado, esto no debe ir en detrimento de la seguridad. La fiabilidad de los vehículos suele tener un papel importante en la decisión de compra. Sin embargo, los sistemas electrónicos se consideran con mayor frecuencia fuentes de averías, asociadas a tiempos de inactividad y elevados costes de reparación. Esto no debe provocar que se prescinda de los sistemas electrónicos de asistencia a la conducción y de seguridad. El sistema electrónico de estabilidad ESP no debe faltarle a ningún conductor novel. El asistente de ángulo muerto, el detector de cambio de carril, la detección de señales de tráfico y los sistemas que advierten de una distancia insuficiente con el vehículo precedente no forman parte actualmente del equipamiento incluido en la mayoría de utilitarios del mercado de ocasión, pero sin duda deberían tenerse en cuenta.
También es importante prestar atención a la iluminación. Por ejemplo, en el sector de los utilitarios se ofrecen desde hace tiempo los faros de xenón o LED, así como sistemas de iluminación adaptativos. Estos sistemas ofrecen a los jóvenes conductores noveles un plus en seguridad, especialmente si la mayoría de desplazamientos se dan en entornos rurales. Un asistente de luz de carretera ayuda a encender las luces de carretera siempre que sea posible. Especialmente en las curvas, tener que quitar las luces de carretera a la vez que se gira el volante cuando de pronto aparece tráfico en sentido contrario puede provocar una situación de estrés o movimientos involuntarios del volante en los conductores inexpertos.
No siempre es posible evitar las pequeñas abolladuras o los arañazos, pero su presencia reduce el precio y hace que este tipo de vehículo sea interesante para los conductores noveles con un presupuesto limitado. Sin embargo, hay que tener precaución si el vehículo presenta claras marcas de óxido o daños derivados de un accidente sin una reparación profesional. Ambos aspectos pueden mermar notablemente la seguridad de los ocupantes en caso de accidente. Además, las reparaciones no realizadas por profesionales pueden afectar al comportamiento de marcha y aumentar el riesgo de accidente. Por tanto, en caso de duda es mejor decantarse por otro vehículo o encargar a un perito independiente la evaluación del vehículo.