Más seguridad para los niños
Debido a su falta de experiencia, a una conciencia del riesgo que a su edad aún está poco desarrollada y a las conductas inapropiadas que todo ello suele conllevar, los niños son los usuarios de la vía pública que más peligro corren. Y, cuando se produce un accidente, las consecuencias suelen ser especialmente graves para ellos a causa de su gran vulnerabilidad. En muchos lugares del mundo, el número de niños menores de 15 años fallecidos en accidentes de tráfico —el tema central de este informe— disminuye de forma más o menos constante. En otras partes, este número se mantiene en un nivel alto o, incluso, aumenta. No importa el lugar: aumentar de forma sostenible la seguridad de los niños con las medidas correspondientes sigue siendo todo un reto.
- Velocidad: límites de velocidad de 30 km/h en vías con altas concentraciones de peatones y bicicletas, así como en aquellas que los peatones cruzan con gran frecuencia, por ejemplo, delante de escuelas y guarderías; hacer respetar los límites de velocidad mediante el uso de radares automáticos; construir o modificar carreteras para dotarlas de características que limiten la velocidad.
- Alcohol al volante: establecer una normativa legal para una concentración máxima de alcohol en sangre al volante (en general, 0,5 gramos por litro; 0,2 para conductores jóvenes); hacer cumplir la normativa legal por medio de puestos de control y pruebas aleatorias de alcoholemia; instalar sistemas de bloqueo por detección de alcohol en los vehículos de personas que ya han sido condenadas anteriormente por conducir bajo los efectos del alcohol.
- Uso de cascos por ciclistas y motociclistas: imponer y hacer respetar por los motociclistas normas sobre uso del casco que estipulen el tipo y la forma de los cascos por edad del usuario; respaldar iniciativas que sensibilicen a los padres respecto del uso del casco en motocicletas y bicicletas, y proporcionar cascos gratuitos o a precios reducidos para los niños.
- Sistemas de retención infantil en los vehículos: imponer y aplicar leyes para proteger a los niños mediante los sistemas de retención correspondientes en todos los vehículos privados; obligar a los fabricantes de vehículos a equipar todos los vehículos privados con amarres directos para sistemas de retención infantil (por ejemplo, sistemas de anclaje ISOFIX); informar a las familias acerca del uso de esos dispositivos.
- Visibilidad: usar ropa de colores llamativos; utilizar cintas retrorreflectantes en la ropa o en artículos tales como mochilas; utilizar en las bicicletas luces delanteras y traseras, así como reflectores delanteros, traseros y en las ruedas; mejorar la iluminación de las calles.
- Infraestructura vial: separar los diversos tipos de transporte y usuarios de la vía pública mediante medidas como pasos elevados para peatones, carriles exclusivos para peatones y ciclistas, así como vallas centrales para separar el tránsito motorizado en diferentes direcciones; crear zonas libres de tráfico para mejorar la seguridad de los peatones; aumentar el tiempo de cruce peatonal en las intersecciones cercanas a las escuelas y guarderías; incrementar las inversiones en los medios de transporte públicos.
- Vehículos: exigir la instalación de zonas de absorción de impactos para proteger a los pasajeros; rediseñar las partes frontales de los vehículos con el fin de hacerlas menos peligrosas para los peatones; equipar los vehículos con cámaras y alarmas sonoras que puedan detectar objetos que podrían pasar desapercibidos en el retrovisor.
- Atención de emergencia: dotar a los vehículos de emergencia de dispositivos y materiales médicos adecuados para niños; diseñar los hospitales pensando en los niños con el fin de minimizar el trauma adicional de los niños accidentados; mejorar el acceso a servicios de asesoramiento para mitigar en los niños y sus familias los efectos psicológicos derivados de los accidentes de tráfico.