Circular con seguridad incluso a una edad avanzada
Muchas cosas cambian a lo largo de los años: a medida que envejecemos se reduce nuestra vitalidad, aparecen enfermedades y, a menudo, resulta inevitable tomar medicamentos. Más de uno podría decir lo siguiente: "¡Ver bien se me da mal, pero oír mal se me da muy bien!" Todo esto tiene también consecuencias a la hora de circular por la vía pública.
Al menos en parte, la experiencia adquirida tras haber conducido muchos años puede compensar estos cambios durante bastante tiempo. Sin embargo, además del oído y la vista, también pueden empeorar la movilidad y la capacidad de reacción, así como la habilidad para superar situaciones complejas en el tráfico. Llega un momento en el que las personas afectadas se preguntan:
¿Todavía estoy lo bastante bien para conducir?
Es necesario responder sinceramente a esta cuestión. Más de un tercio de las muertes por accidentes de tráfico corresponden al grupo de edad a partir de 65 años. Además, las consecuencias de los accidentes también suelen ser más graves en el caso de las personas mayores.
Mucha gente pospone el problema en lugar de afrontarlo, ya que conducir es un factor importante para la calidad de vida, equiparable a la independencia, la autonomía y la libertad. En este caso puede ser útil obtener información clara sobre la situación. Por ejemplo, en la iniciativa www.team-vision-zero.de encontrará indicaciones para comprobar sencillamente sus capacidades en las áreas de visión, oído, movilidad y capacidad de reacción.
Además, las autoescuelas, los clubes de automovilistas y algunos peritos ofrecen diversos servicios que ayudan a los participantes a tener claro cuál es su situación actual, sin temor a sufrir consecuencias negativas. El chequeo médico de DEKRA, por ejemplo, es totalmente confidencial y absolutamente voluntario. Consiste, por una parte, en una declaración fundada sobre el rendimiento al volante, la capacidad de reacción, la atención y la capacidad de resistencia.