Riesgo de accidente subestimado
Durante el invierno, los conductores no solo deben tener cuidado con la calzada resbaladiza. El deslumbramiento cuando el sol está bajo es incluso el doble de peligroso que la niebla, el viento lateral, la lluvia intensa y la tormenta juntos, advierten los peritos de accidentes de DEKRA. En el año 2023, por ejemplo, el sol deslumbrante provocó en Alemania 2529 accidentes, en los cuales 3274 personas resultaron heridas, 31 de ellas con resultado de muerte y 529 con lesiones graves, según el Statistische Bundesamt (el instituto nacional de estadística de Alemania). Esto representa casi el doble de accidentes que con otras condiciones meteorológicas.
El peligro del deslumbramiento es que, a menudo, se produce de forma inesperada. Al salir de un túnel o un garaje subterráneo, al conducir por una colina o al tomar una curva: cuando miramos repentinamente a la luz brillante del sol, lo normal es que al principio no veamos mucho,
explica Danijel Cakeljic, experto en luz de DEKRA. «Los ojos tienen que adaptarse a las nuevas condiciones de luz, y esto puede tardar algún que otro segundo. Durante ese tiempo, muchas veces se conduce prácticamente a ciegas».
Por ejemplo, a 50 km/h un vehículo recorre un tramo de unos 28 metros en el transcurso de dos segundos. En estas situaciones, cuando un conductor es deslumbrado se reduce su visión de contraste, de modo que es más difícil reconocer los objetos en el borde del campo visual, como peatones o ciclistas. Además, en esas condiciones al ojo le cuesta más enfocar al mirar hacia los lados.
Para reducir el riesgo debido al deslumbramiento por el sol, el perito de accidentes recomienda encarecidamente conducir anticipándose a esta situación los días soleados, especialmente por la mañana y por la tarde, cuando el sol está bajo. «Adapte la conducción a las situaciones de deslumbramiento, es decir, disminuya la velocidad y reduzca la distancia. No obstante, deben evitarse los frenazos bruscos para no poner en peligro a los vehículos que circulan detrás. También resulta útil colocar el parasol en una posición adecuada y tener preparadas las gafas de sol. En situaciones drásticas de deslumbramiento, no queda otra que avanzar poco a poco con cautela.