Un estilo de conducción previsor salva vidas
La cifra de motoristas fallecidos en toda la UE lleva años estancada en el mismo alto nivel: aproximadamente en el 15 % de los accidentes de tráfico con víctimas mortales hay motoristas involucrados. En cifras, esto supone que de las 25 000 personas que perdieron la vida en accidentes de tráfico en 2016 más de 3800 fueron motoristas. Si tomamos como referencia el riesgo de fallecer en un accidente de tráfico en relación con la distancia recorrida, en la UE este es 18 veces mayor para los conductores de motocicletas que para el resto de usuarios de la vía pública.
Recientemente, DEKRA ha demostrado lo graves que pueden llegar a ser las consecuencias de una colisión contra un turismo (la otra parte implicada más habitual) a través de una simulación de accidente en el centro de seguridad vial de Bielefeld. Con motivo del 2.º DEKRA Safety Day, en él se simuló un choque lateral de un conductor de motocicleta a una velocidad de apenas 50 km/h contra un coche descapotable. La motocicleta impactó en el centro de la puerta del copiloto y el maniquí de pruebas salió despedido en dirección al vehículo, chocando primero con el casco contra la cabeza del acompañante para después aterrizar sobre el conductor. Las consecuencias de esta colisión fueron espantosas. «En la realidad, todas las partes implicadas únicamente podrían haber sobrevivido a tal escenario (de haberlo hecho) sufriendo lesiones graves o muy graves», explica Jens König, jefe de análisis e investigación en materia de accidentes en DEKRA Automobil GmbH.
Según este investigador especializado en accidentes, tanto los conductores de vehículos como los de motocicletas pueden evitar este tipo de accidentes graves: «Por ejemplo, si los motoristas conducen de forma previsora y, en especial, si reducen la velocidad en las intersecciones». Asimismo, los conductores de vehículos también deberían extremar la precaución en las intersecciones. Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que resulta difícil estimar la velocidad real a la que se aproxima una motocicleta.
«Siempre que el conductor de la motocicleta advierta a tiempo que tiene que frenar en seco, el sistema antibloqueo de frenos (ABS) le ayudará a evitar que se produzca el accidente o, al menos, a mitigar sus consecuencias», añade Jens König. Y todo gracias a que los sistemas evitan que las ruedas se bloqueen y, por tanto, que se produzca una caída a causa de la frenada. El sistema permite que el conductor ejerza de forma refleja y con todas sus fuerzas la máxima presión de frenado sin perder la estabilidad de marcha. En particular al frenar en seco o decelerar bruscamente sobre suelo resbaladizo, esto permite que los vehículos de dos ruedas se detengan de forma mucho más segura y puedan controlarse mejor en los límites físicos de la conducción.