La tecnología y el ser humano
Informe De Seguridad Vial 2023
Las estadísticas demuestran repetidamente que el ser humano es responsable de aproximadamente el 90 % de los accidentes de tráfico. Con el fin de compensar hasta cierto punto las deficiencias y errores humanos al volante, la industria del automóvil apuesta intensamente desde hace años por el uso de sistemas de asistencia a la conducción capaces de detectar de forma precoz situaciones viales críticas, advertir de peligros e incluso intervenir de manera activa en caso necesario.
Sin duda, los avances tecnológicos logrados gracias a los sistemas de asistencia o a las tecnologías de vehículos automatizadas ofrecen un gran potencial para aumentar la seguridad. Como valor añadido, la movilidad automatizada promueve al mismo tiempo la participación en la vida social de personas con limitaciones físicas o mentales, o de personas con capacidades reducidas debido a la edad. El hecho de que con estos sistemas se evitan accidentes o, al menos, se mitigan sus consecuencias, es algo indiscutible.
Sin embargo, a medida que la automatización aumenta, los sistemas se vuelven más complejos y puede ser más difícil para los conductores comprender y controlar la tecnología. Por tanto, es importante tener en cuenta el sistema de movilidad en su conjunto y los efectos recíprocos que puedan derivarse, y repensar el papel del conductor en el circuito persona-máquina-entorno. En los niveles de conducción asistida, la idea es que la tecnología ayude al conductor en su tarea, bien sea facilitándole información, advirtiéndole o interviniendo mediante una regulación mecánica, pero sin suponerle una sobrecarga o limitar su responsabilidad. Para lograrlo, el conductor debe conocer el funcionamiento y los límites de los sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) y del nivel de automatización, además de comprometerse a respetar su uso previsto. El informe de seguridad vial 2023 de DEKRA, titulado «La Tecnología y el ser humano», se centra precisamente en este tema y ofrece análisis y recomendaciones de actuación para una movilidad segura en el presente y en el futuro.
Tras los mínimos históricos registrados en 2020 — en gran parte, a causa del coronavirus—, el número de fallecidos en accidentes de tráfico está volviendo a subir en muchos países. Aunque no cabe duda de que la evolución a largo plazo es positiva, si queremos alcanzar los ambiciosos objetivos que se ha fijado la UE todavía tenemos trabajo por delante. Y en línea con el objetivo internacional «Visión Cero», ahora más que nunca se insta a todas las partes implicadas a que aprovechen al máximo los potenciales que puedan surgir para mejorar aún más la seguridad vial.
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En nuestro mundo moderno, la digitalización y la automatización han irrumpido ya en casi todos los aspectos de la vida y, como no podía ser de otra manera, impregnan cada vez más el ámbito de la movilidad. Los términos «conducción altamente automatizada» o «conducción autónoma» ya están en boca de todos y se presentan como una posible solución ideal a los problemas de tráfico fundamentales. En el presente informe abordamos en detalle los retos que esto supone y la posición que el ser humano ocupa en todo ello.
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